Inti Raymi. Mucho más que un evento turístico
Bienvenido solsticio de invierno
Y llegó mi temporada favorita del año ¡el invierno! Sé que no a todos les entusiasma la llegada del frío, especialmente a los que habitan la costa peruana, ya que el invierno allí es demasiado húmedo, lo que causa que a algunas personas sensibles, les ataquen los mocos, la tos y hasta una ligera depresión por el nuboso ambiente invernal .
Tenemos suerte de tener un notorio invierno con temperaturas templadas, porque por nuestra baja latitud nos correspondía un clima tropical todo el año.
Por ejemplo, la ciudad de Salvador de Bahía en Brasil se encuentra casi a la misma latitud que Lima, y tiene una temperatura media anual de 26°C, bastante alta en comparación con Lima, que tiene una media de 18°C.
Pero hoy es cada vez más difícil tener un invierno "decente" en la costa peruana, y los culpables son el calentamiento global, y el fenómeno de El Niño.
Y entonces, ¿cómo saber que el invierno llegó independientemente del clima? ¡Fácil!, sólo tenemos que mirar el cielo.
Eso allá arriba... ¿es un OVNI?
Eso allá arriba... ¿es un OVNI?
Algo que la mayoría de nosotros, seres citadinos, hemos perdido, es nuestra curiosidad por los cambios que ocurren en el cielo todo el tiempo. Vivimos tan inmersos en nuestro mundo tecnológico, que hemos olvidado algunos conocimientos básicos que en la antigüedad eran vitales para la supervivencia. Una muestra de ese conocimiento la podemos ver en las festividades prehispánicas como el Inti Raymi, o el Cápac Raymi.
Uno de los cambios más fáciles de ver en el cielo son los movimientos del sol durante el año. A ver. Te reto ahora mismo a salir a mediodía en un día soleado, y quiero que te fijes en la generosa sombra que tú y todas las cosas proyectan sobre el suelo.
Si hemos sido muy observadores durante el verano que pasó, habremos notado que a esa misma hora, y mientras nos sancochábamos bajo el sol en la playa, apenas hacíamos sombra sobre la arena, bueno... quizá si somos poseedores de un vientre abultado aparecería alguna traviesa sombrita, pero ésta se hubiese proyectado perpendicularmente al suelo, y no oblicuamente.
¿Y qué tiene que ver esto con el Inti Raymi? Vayamos por partes. Para empezar, el Inti Raymi significa "Fiesta del Sol" en quechua, y fue la principal celebración prehispánica dedicada al renacimiento del sol en cada solsticio de invierno austral.
Como todos sabemos, para los antiguos habitantes de estas tierras, el sol era considerado un dios, no sólo por lo majestuoso y poderoso que es, sino también porque es y será fuente de vida y de muerte.
Una buena cosecha de papa, por ejemplo, es sinónimo de vida. En contraste, una mala temporada traía escasez, hambre y muerte. En algún momento en la mente del antiguo hombre andino, las preguntas: ¿cuál será el momento ideal para sembrar?, ¿cuánto tiempo tendré que esperar antes que lleguen las lluvias?, aparecieron, y la respuesta estaba en el cielo, en las estrellas, y en especial en el luminoso sol.
Chanquillo, un calendario al alcance de un cerro - (Ancash, Perú)
En algún momento en los albores de la civilización humana, una persona o grupo de personas, fueron capaces de percibir un notorio comportamiento del sol al alba y al ocaso. El sol parecía cambiar de posición en el horizonte. Un día salía y se ocultaba en un lugar, y tiempo después lo hacía en un sitio diferente, y así cíclicamente.
Una muestra de esa curiosidad es Chanquillo, un conjunto de 13 torres de piedra construidas sobre un árido cerro, y alineadas de norte a sur. Estas torres marcan a la perfección el recorrido del sol (los solsticios y equinoccios), etapas que dan origen a las estaciones del año.
He ahí entonces uno de los primeros calendarios de la gente que habitó estas tierras miles de años antes que nosotros y nuestros calendarios de papel con gatitos o mujeres de escasa ropa. Un conocimiento muy útil y confiable que les indicaba con exactitud el inicio de los diferentes ciclos del año.
Pero aquellos movimientos del sol no sólo son evidentes en el horizonte, el cambio de la ruta solar es también percibida en toda la esfera celeste, es ahí donde entra el tema de las sombras.
Si en verano casi no encuentras sombras a mediodía, es porque el sol en su largo recorrido por el cielo, ha llegado al punto más alto y cercano al "ecuador celeste" (una línea imaginaria en el cielo), prácticamente casi tenemos al sol justo sobre nuestras atormentadas cabezas.
En invierno, el recorrido del sol se traslada hacia el norte del "ecuador celeste", y a mediodía éste no llega a estar tan alto en el cielo, provocando las sombras oblicuas. Creo que el gráfico de abajo explica mejor lo que ocurre.
Viendo el gráfico también es notorio el acortamiento del recorrido solar por la "bóveda celeste" en el solsticio de invierno, lo que se traduce en días (horas de luz) más cortos, y noches más largas.
¿Y qué causa esto? Hoy le preguntas a un científico, y te responderá que estos cambios son debidos al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del sol, y a los 23,5 grados de inclinación del eje de rotación del planeta, pero miles de años atrás estos acontecimientos eran tomados con una mente más mística y religiosa.
¿Te suena navidad? Sí, aquella festividad pagana dedicada al sol que los primeros cristianos tomaron prestada para hacer más asimilable el cristianismo en la cultura pagana del hemisfério norte. Bueno, el ritual de la navidad que nació con los paganos, tiene el mismo significado que el Inti Raymi.
La única diferencia es que en el hemisferio sur el invierno comienza alrededor del 21 de junio, y en el hemisferio norte alrededor del 21 de diciembre. Por cierto, escribí hace mucho tiempo atrás sobre este tema, puedes verlo AQUÍ.
¿Debería el Inti Raymi ("celebrado" cada 24 de junio) ser una festividad de igual importancia que la navidad cristiana, y no sólo un teatro para turistas como lo es hoy? Yo creo que sí, parte de nuestra identidad como peruanos debe enfocarse también en nuestras creencias panteístas prehispánicas, que a diferencia del cristianismo, otorgan al sol, la tierra y a todos los seres un carácter divino, que merece respeto y adoración.
Después de todo, los antiguos tenían razón, pues la ciencia moderna nos ha mostrado que toda la tierra y hasta nosotros mismos, provenimos de las estrellas.
¡Feliz Inti Raymi! 😊
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