Cuenca, Ecuador: Un lugar para volver a sonreír
Video al final de la entrada No importa cuantas veces haya tomado el avión, cuando veo que he dajado de tocar tierra firme, rezo a todos los dioses del antiguo Perú. "Nada malo te pasará Marco" , es el silencioso mantra que acostumbro a repetir en cada vertiginoso despegue. Ya sobre las nubes, la sonrisa se dibujó en mi rostro, pues me dirigía a Ecuador, el país en el que mi vida dio un giro inesperado hace algunas años atrás. ¡Qué puedo decir!, estoy enamorado de Ecuador y de su gente, ¡tantos recuerdos! ¡Vuela abuela! Luego de casi dos horas volando sobre el desértico paisaje peruano, cruzamos la imaginaria frontera entre el Perú y el Ecuador, y aunque no hay ninguna línea sobre el terreno, el cambio geográfico desde las alturas es muy notorio. La caprichosa naturaleza se encargó de hacernos distintos. Ella nos regaló el color tierra de los desiertos a los peruanos, y el verde vida a los ecuatorianos. Hasta las nubes me parecieron distintas mientra