¡Adiós Lima! ¡Hola Sudamérica!
Cada persona tiene sus motivos para dejar la "seguridad" de su rutina diaria y cambiarla por la aventura de viajar como mochilero sin fecha de retorno definida. Algunos quizá lo lleven en la sangre y son exploradores natos, ciudadanos del mundo como dicen. Otros, cansados de sus repetitivas vidas, lo hacen para "sazonar" un poco la insípida existencia, y otros, aún siendo unos "huevones" sedentarios y de poco viajar, tienen un extraño sentimiento de no pertenencia al lugar que habitan, y con el paso de los años sienten que no encajan en el tipo de vida establecido, menciono este último caso porque es lo que a mí me ocurre. Como describí en mi presentación , he vivido 10 años en la ciudad de Lima, siempre buscando la manera de hacer algo que me conecte a esta metrópoli de 9 millones de personas que siempre andan corriendo de aquí para allá. Nunca llegué a adaptarme, aún hoy me siento un forastero sin rumbo. ...